El taller, que fue dictado en tres diferentes periodos: Del 6 al 8 de marzo, del 16 al 19 y desde el 23 al 26 de abril, se desarrolló de manera participativa, a través de diálogos, análisis de casos en grupos y presentaciones de los participantes, para cerrar con una evaluación final, en la cual, los académicos que asistieron a las sesiones, deberán ser competentes en la construcción de criterios pedagógicos, identificación de características de la pedagogía de la pregunta para facilitar un proceso educativo universitario generador de un conocimiento profesional contextualizado y con-sentido.

EVALUACIÓN

El Dr. Alberto Moreno Doña, relator del curso, al finalizar, comentó que el objetivo del curso tenía relación con valorar la pregunta como eje articulador de la practica pedagógica durante el proceso de formación universitaria, para lograr identificar así, una serie de criterios educativos a partir de los cuales se pueda desarrollar la autonomía del alumnado en el transcurso de su formación profesional. Además, señaló que esta pasantía académica ha sido muy potente en torno a los temas tratados y agradeció la acogida que tuvo ya que, se sintió muy cómodo en su estancia en la ciudad.

Por otra parte, el docente, en relación al curso indicó que se percibe que las problemáticas que aquejan y las dificultades que se presentan a los profesores universitarios para realizar docencia en la Universidad son muy similares en las diferentes instituciones de Educación Superior del país. “Eso si bien, no es algo positivo, si permite sumergirnos en los procesos en los que se tiene experiencia y en ese sentido hemos estado trabajando en este curso en lo que tiene que ver principalmente con lo que denominamos la pedagogía de la pregunta”, explicó Moreno, mientras que, profundizó en que el conocimiento se construye si es que se es capaz de generar buenas preguntas que incentiven a buscar posibles o probables respuestas. “Este es un tema que en las universidades está un poco olvidado, porque seguimos reproduciendo una docencia universitaria muy ligada a un conocimiento ya dado por un académico que lo tiene y entrega a otro”, reflexionó.

Finalmente, Moreno Doña, evidenció que, a su juicio afortunadamente en la UTA, existe una muy buena disposición y ya se están haciendo cosas, porque ya se asume que el cambio es primordial y el que no lo admita está bastante equivocado. “Es un proceso que no es de la noche a la mañana, es una tarea en la que uno pone en juego pequeñas innovaciones y eso permite –ojalá al colectivo no a la individualidad- a un colectivo de personas que están comprometidas con esa innovación revisarse y modificar su propia práctica, yo creo que ese es el elemento central, es decir, uno entender que la innovación no viene de la mano de los sujetos considerados en esto de manera individual, sino que siempre viene de la colectividad que se compromete con un mismo proyecto”, concluyó.