Tras un exitoso 2016
A la actividad se dieron cita estudiantes, apoderados, el equipo de trabajo del programa y autoridades universitarias.
Con una emotiva y significativa ceremonia el Programa Propedéutico de la Universidad de Tarapacá, finalizó sus actividades académicas del recién pasado 2016.
En la actividad, que estuvo encabezada por Justo Gallardo Olcay, Director General de Docencia y la Directora del Centro de Innovación y Desarrollo de la Docencia CIDD, Liliana Hernández Villaseca, se hizo entrega de un diploma a cada estudiante que
terminó exitosamente su participación en el programa, distinción que tiene por objetivo, ser un aliciente para estos estudiantes en lo que será su próximo ingreso a la universidad.
En la ceremonia además se felicitó y destacó el compromiso adquirido por los estudiantes, así como el apoyo familiar que fue parte importante para salvar de buena manera esta etapa. También se hizo referencia al papel preponderante que tuvieron los profesores, los que concordaron que trabajar con este grupo de alumnos fue un privilegio.
BALANCE
Para referirse al desarrollo del programa durante el año, Javiera Muñoz Hurtado, coordinadora del Propedéutico, entregó su balance. “Para ser el año piloto del programa, creo que fue excelente. Tuvimos estudiantes comprometidos hasta el final, a los que vimos muy involucrados con lo que significa ser un estudiante universitario, preguntando y participando de cuestiones extras a las que nosotros les teníamos preparadas”, resaltó la profesional del CIDD.
La psicóloga, por otra parte comentó que fue un año de aprendizaje del que se espera sacar lecciones para mejorar. “Tenemos claro hacia donde debemos modificar para mejorar y para eso vamos a pedir el apoyo de la comunidad académica, para que se vinculen, es por eso que, están todos invitados a participar”, comentó. Muñoz además destacó la calidad de los profesores que fueron parte del programa. “Fueron muy comprometidos, llegaban con ideas nuevas, propuestas, actividades súper entretenidas, por eso digo que los profesores fueron del más alto nivel”, expresó.
En relación a la participación de los estudiantes, Javiera Muñoz, dijo que estos llegarán a la universidad con un grado de compromiso mayor. “Algo que se trabajo acá y los propios profesores lo destacaban, fue el compromiso y no solo con ellos mismos, sino que con sus familias, la comunidad y la región, creo que este grupo de estudiantes serán un real aporte a la comunidad universitaria”, indicó.
Finalmente la coordinadora destacó el trabajo realizado por Camila Cipitria, psicóloga practicante, quién mostró un nivel de compromiso y profesionalismo relevante, trabajo que además le permitió desarrollarse en este instancia, lo que a juicio de Muñoz, es muy importante, añadiendo su satisfacción por haber sido parte de este programa. “Es muy agradable ver que se pueden hacer acciones relevantes para la Universidad y para Arica, creo que si logramos que estudiantes de colegios vulnerables que no tienen acceso a la educación superior puedan tenerlo y que tengan otras aspiraciones, logrando cambiar sus vidas y su contexto social, puede ser un gran aporte para todos”, sentenció.
OPINIONES
Para el Director General de Docencia, Justo Gallardo Olcay, esta es una acción que hacía mucha falta en la UTA. “Estas son instancias tendientes a seleccionar talentos de los establecimientos educativos y que estos puedan convertirse luego en los profesionales que el país requiere”, señaló la autoridad universitaria, agregando que en este sentido la Universidad cumple su rol, que es brindar oportunidades a estos estudiantes. “Es parte del compromiso de nuestra institución el velar por que los estudiantes de este tipo de colegios pueda acceder a esta Casa de Estudios Superiores en forma directa y esto es lo que se ha logrado con estos veinte alumnos y futuros profesionales, lo que además obliga a la Universidad a perfeccionar las actividades que vaya a realizar en torno a este programa u otros similares”, recalcó.
En tanto, Fernando Solís, apoderado, dijo que para su hijo esta fue una experiencia muy bonita y enriquecedora. “Estoy muy contento porque a mi hijo le fue súper bien en su colegio, lo que le valió tener la oportunidad de hacer este propedéutico para ingresar a la Universidad y acá también todo resultó muy bien. Le costo, pero salió adelante y eso me tiene muy satisfecho porque le ayudaron a darse cuenta que era lo que el realmente quería estudiar”, expresó, agregando sus agradecimientos y felicitaciones a la Universidad por esta oportunidad.
Para Soraya Ramos Contreras, estudiante del propedéutico, este programa fue muy productivo y a la vez esforzado. “Al principio me costo bastante, ya que el levantarse temprano los días sábado, no era mi costumbre, pero el saber que era por una buena causa; por tener una oportunidad en la universidad y conocer gente aprendiendo cosas que en el liceo no aprendí, fue mi motivación”, destacó Tanos. La estudiante añadió además que le gusto mucho el propedéutico. “Felicito a todos los que trabajaron con nosotros, sobre todo el rol que cumplió cada uno porque de verdad se noto el compromiso y yo le pongo un siete al programa”, indicó.
Mientras que para Sebastián Cancino Alfaro, también estudiante del programa, la experiencia fue interesante. “Uno no sabía a lo que venía, nos levantábamos los sábados temprano para venir a la UTA, la verdad fue como vivir lo que será de alguna manera la vida universitaria. Creo que este fue un gran paso para mi, acá nos orientaron mucho en relación a lo que en realidad queríamos”, manifestó Cancino, que para finalizar destacó la calidad de los docentes que estuvieron acompañándolos en este proceso. “Fueron muy comprensivos, siempre apoyándonos cuando no había ánimo, a veces incluso nos llevaban desayuno, todo eso se valora y agradece mucho”, evidenció.
